Sexy Beast

19 de mayo 2020

19 años atrás, Paul gritaba con su voz de niño polaco  «Sexy Beast, sexy beast«,  cada vez que ponían a votación cuál película iríamos a ver al cine, pero el grupo siempre le daba la contraria; durante  las siguientes semanas vimos «Inteligencia artificial«, «Legalmente rubia«, la versión de Burton de «El Planeta de los simios»  y  «Apocalypse now redux«, al parecer fui el único que disfrutó las más de 3 horas del horror, el horror y el aroma de napalm por la mañana, al fin vista sin doblaje en español y sin anuncios comerciales, aunque nunca le pregunté Paul si también le gustaba,  nunca se rindió y siguió exclamando, durante 4 semanas, cada vez más decepcionado del grupo,  «Sexy beast«.

Terminando el mes abandoné  el grupo porque sólo había pagado un mes del curso, a unos días de tomar mi vuelo de regreso hablé con mi mamá por teléfono y le dije que aún no quería volver, armamos un plan, entré a trabajar en la «Pepe´s Mexican Food» y me quedé otro mes, tiempo que decidí era suficiente para mí.

Un día caminando por las calles de Toronto me topé con un cine pequeño de apenas 2 salas que exhibía películas no tan comerciales, como adicto al cine tenía que entrar, al hacerlo vi que una de las películas a punto de comenzar era «Sexy Beast«, el póster no me decía nada, no había leído la sinopsis, nunca  había visto el tráiler, mi única referencia era la voz del gigante Paul «Sexy Beast» y su «Come on» cada vez que era el único voto, así que sin esperar nada compré la entrada, unas palomitas y refresco y  entré a la salita semi vacía.

Cuando la película empezó estaba sacado de onda, ¿qué estaba viendo? la escena inicial me dejó con el ojo cuadrado, el oído embelesado con «Peaches» de «The Stranglers«, de quienes sólo conocía «Golden brown«, mientras un tipo rostizado por el sol tirando hueva afuera de la alberca, de esa hueva que hasta parecía dolerle el mínimo movimiento, refrescándose los huevos con una toalla previamente enfriada con hielo, describiendo lo bien que se sentía diciendo cosas como  «fan-dabby-dosi-tastic», las letras rosa chillante de los créditos (por un momento dudé si era una película porno), y entonces de la nada una roca gigante comienza a rodar y cae al fondo de la alberca, casi matando al protagonista, salpicándolo de agua mientras ridículamente intentaba refrescarse con un mini ventilador,  sonreí, estaba atrapado. Conforme avanzaba la película cada vez se ponía mejor, la ignorancia es gratamente satisfactoria cuando vez una buena película de la que no sabes nada; Gary recibe una llamada y todos se asustan, alguien viene y de repente vez al señor Ben «Mahatma Gandhi» Kingsley  convertido en uno de los villanos más malos que he visto, «Don Logan» es un tipo nefasto, culero, agresivo, fuerte, todo mundo le teme, el demonio convive con él como un igual, bla, bla, bla . Al final fue una película sobre, mejor no digo nada, porque desde hace 20 años seguro para muchos ha pasado desapercibida y ni se asomaron a verla, el título no les dijo nada o les dijo otra cosa que no era lo que esperaban, no hubo una voz con acento polaco diciendo con insistencia «Sexy beast, sexy beast» que los hicieran pensar, ¿y si Paul tiene razón y sí vale la pena, tal vez deba verla?  Gracias Paul, donde quiera que estés, porque tal vez nunca hubiera visto «Sexy Beast».

Daniel Caleb