Soy peatón desde que tengo memoria, aunque me hice consciente del término hasta los 9 años cuando llegué a vivir a la ciudad de Zacatecas que en ese entonces era bombardeada por una campaña gubernamental cuyo lema era “En Zacatecas el peatón es primero”. Entre el descuido y el orgullo personal, acompañado del mal servicio del transporte público, a los 12 años descubrí que podía recorrer la ciudad a pie…
peatón
Esos flexis no están hechos para caminar
Al veinte para las siete salí del trabajo, al estar en la calle me tomó un segundo decidir que no quería tomar el camión enseguida, no tenía ganas de arriesgarme a viajar amontonado, así que caminé en dirección hacia mi casa; pensé que mejor tomaría ese camión a mitad del camino, una o dos horas después, ya que estuviera más vacío.
El testamento según Peatón
Peatón es un personaje ilustrando la aventura de caminar una ciudad fundamentalmente hostil que obliga a la imaginación a reaccionar como defensa. En este imaginario se reconstruye una épica de lo diario con los personajes inagotables de una desolada comedia sin final: transitar sin parar un mundo de infinitivas avenidas sin banquetas, infranqueables pasos a desnivel, anónimos automóviles sin fin, estacionamientos extensivos hasta donde alcanza la vista. Este escenario es ahora la ocasión para el drama primordial en la cultura occidental: Las Sagradas Escrituras.
Asma
Hervir en agua ajo, cebolla, orégano y gordolobo, dejar reposando un poco, agregar miel y limón al gusto; algo así era el brebaje que me preparaba mi mamá, mientras tomaba lentamente la infusión trataba de inhalar todo el vapor posible que despedía el “té de gordolobo”, el vapor apenas y pasaba por las fosas nasales bloqueadas por mucosidad, de ahí mi gusto por las infusiones y tés.